sábado, 21 de mayo de 2011

Muchas Vidas, Muchos Maestros 1-7

Todo está en nosotros, esperando a ser descubierto nuevamente. Esta y otras verdades reconfortantes son naturalmente atractivas, pues creer ellas, así como en la existencia innegable de nuestra alma como eterna, nos da paz. La verdad nos dan paz, y reconforta saber que no hay prisa, que no hay contradicción en nuestra existencia, que nada, encabezando la lista nuestra alma, se destruye, todo se transforma siempre. He aprendido que la reencarnación, obvia en algunas culturas, me ayudó a la concepción de mi alma con la seguridad, magnificencia y bienestar que este conocimiento amerita. De alguna forma dio sentido a mi existencia material.

Muchas vidas, muchos maestros es luz que alguien más comparte con nosotros. He aquí la sustracción de las enseñanzas compartidas por esos maestros, fuente de luz y conocimiento para el Dr. Brian Weiss y para todo aquel que quiera entender a través de su obra:

"Nuestra tarea consiste en aprender, en llegar a ser como dioses mediante el conocimiento. ¡Es tan poco lo que sabemos! Tú estás aquí para ser maestro. Por el conocimiento nos acercamos a Dios, y entonces podemos descansar. Luego regresamos para enseñar y ayudar a otros.

... me dicen que hay muchos dioses, pues Dios está en cada uno de nosotros.

Debemos aprender a perdonar. Debemos ser pacientes. Hay muchas dimensiones. Estamos en diferentes planos. El plano al que vayamos dependerá de lo mucho que hayamos progresado.

Todos tenemos muchas más capacidades de las que utilizamos. Algunos lo descubrimos antes que otros. Uno debe dominar sus vicios antes de llegar a este punto. De lo contrario, los lleva consigo a otra vida. Sólo uno mismo puede librarse, nadie más puede hacerlo por nosotros, y sólo cuando decidimos que somos lo bastante fuertes como para dominar los problemas externos, sólo entonces dejaremos de padecerlos en la vida siguiente.

También debemos aprender a acercarnos a no sólo aquellos cuyas vibraciones armonizan. Ésa es la importancia de ayudar.

Se nos dan poderes intuitivos que debemos obedecer sin tratar de resistirnos. Quienes se resistan tropezarán con peligros. No se nos envía desde cada plano con poderes iguales. Algunos de nosotros poseemos poderes mayores que los otros, pues los hemos adquirido en otros tiempos. Luego, no todos somos creados iguales. Pero con el paso del tiempo llegaremos a un punto en el que todos seremos iguales.

Nosotros decidimos cuándo irnos. Por ejemplo, los que están en coma permanecen en un estado de suspensión. Aún no están preparados para cruzar al otro plano, hasta que hayan decidido si quieren cruzar o no. Sólo ellos pueden decidirlo. Si consideran que no tienen nada más que aprender en estado físico entonces se les permite cruzar. Pero si tienen cosas por aprender, deben regresar... Ése es un período de descanso para ellos, un periodo en el que sus poderes mentales pueden descansar.

No tenemos derecho a interrumpir abruptamente la vida de alguien antes de que haya podido cumplir con karma. Y eso es lo que estamos haciendo. No tenemos derecho. Sufrirán mayor castigo si los dejamos vivir. Cuando mueran y vayan a la próxima dimensión sufrirán allá. Estarán en un estado de gran inquietud. No tendrán paz. Y serán enviados de regreso aquí, pero para una vida muy dura. Y tendrán que compensar a esas personas a las que hicieron daño por las injusticias que cometieron contra ellas. Están interrumpiendo la vida de esta gente y no tienen derecho a hacerlo.

El alma aquí encuentra paz. Se dejan todos los dolores físicos atrás. El alma está apacible y serena. Es una sensación maravillosa... maravillosa, como si el sol brillara siempre sobre uno. La luz es tan intensa. Todo viene de la luz. De esa luz viene la energía. Nuestra alma va inmediatamente hacia allí. Es como una fuerza magnética que nos atrae. Es maravillosa. Es como una fuente de poder. Sabe curar. Tiene muchos colores. Uno se encuentra entre amigos. Todos están allí.

Nosotros elegimos cuándo entramos en nuestro estado físico y cuando lo abandonamos sabemos cuándo hemos cumplido con lo que venimos a cumplir. Sabemos cuándo acaba el tiempo y uno aceptará su muerte. Pues uno sabe que no obtendrá nada más de esa vida. Cuando se tiene tiempo, cuando se ha tenido tiempo de descansar y recargar de energías el alma, uno elige su reingreso en el estado físico. Quienes vacilan, quienes no están seguros de su retorno aquí, pueden perder la oportunidad que se les ha dado, la posibilidad de cumplir lo debido cuando están en un cuerpo.

Básicamente los caminos de todos son el mismo. Todos debemos aprender ciertas actitudes mientras nos encontramos en el estado físico. Algunos somos más rápidos que otros en aceptarlas. Caridad, esperanza, fe, amor... todos debemos conocer estas cosas, y conocerlas bien. No sólo una esperanza, una fe, un amor; muchas cosas se alimentan de cada una de ella. Hay muchas maneras de demostrarlas. Y sin embargo, sólo hemos recurrido a un poquito de cada una.

Por ejemplo, Los miembros religiosos se acercan a las almas maestras más que cualquiera por que han renunciado a mucho sin pedir nada a cambio. El resto de nosotros continúa pidiendo recompensas: recompensas y justificaciones ara nuestra conducta... cuando en realidad no hay recompensas, no las que deseamos. La recompensa está en hacer, pero en actuar sin esperar nada a cambio... en hacer sin egoísmos.

No debe uno mirarse en exceso... Cualquier cosa hecha en exceso... en exceso... No...